Renting de Renault Express en Barcelona

El Renting de Renault Express es una modalidad de alquiler a medio o largo plazo, que oscila entre los 2 y 6 años, donde puedes disfrutar de un vehículo sin preocuparte por los gastos adicionales. Todo está incluido en las cuotas mensuales: reparaciones, mantenimientos, asistencia en carretera, impuestos, ITV, seguro sin franquicia a todo riesgo y cambio de neumáticos obligatorios. Al finalizar el contrato, tienes la opción de devolver el coche, refinanciarlo o cambiarlo por otro.

El renting ofrece varias ventajas frente a la compra tradicional de un vehículo. Entre ellas destacan el acceso a vehículos nuevos sin preocuparte por el desgaste o las averías, ya que todos los gastos están incluidos en las cuotas. Además, puedes disfrutar de beneficios adicionales como el acceso a Zonas de Bajas Emisiones y descuentos en peajes para vehículos con etiqueta Cero Emisiones. También tienes flexibilidad al final del contrato para decidir si quieres devolver el coche, refinanciarlo o cambiarlo por otro.

Todos los coches de nuestro renting tienen incluido un seguro a todo riesgo sin franquicia. Esto significa que estarás completamente cubierto en caso de cualquier incidente, sin tener que pagar una cantidad adicional en forma de franquicia.

En principio, el renting no contempla la opción de compra del vehículo antes de finalizar el contrato. Sin embargo, al término del mismo, puedes optar por devolverlo, refinanciarlo o cambiarlo por otro modelo. Si estás interesado en adquirir el coche, te recomendamos discutir esta posibilidad con nuestros asesores.

Para solicitar un renting, primero necesitas cumplir con ciertos requisitos según tu perfil: empresa, autónomo o particular. Una vez tengas la documentación necesaria, se realiza una evaluación de viabilidad económica. Si todo está en orden, se procederá a la firma del contrato y el pago de la primera cuota mensual. A partir de ahí, podrás disfrutar de un vehículo de pre-entrega hasta la llegada del coche contratado.

La necesidad de un aval se determina mediante un estudio de viabilidad económica realizado por el departamento de riesgos del proveedor. Factores como la solvencia económica, antigüedad laboral o empresarial y la posible aparición en listas de morosidad pueden influir en esta decisión. En algunos casos, aun estando en un listado de deudores, es posible que no se requiera un aval si se demuestra una situación financiera sólida.